Xingular
27/01/2006, 16:08
Dos detectives especialistas en delitos de guante blanco combatirán la corrupción en Volkswagen.
«Rohrbach y Buchert. Cualquier persona preocupada por temas de corrupción puede llamarnos en cualquier momento». Buscar estafas en una multinacional con 342.000 empleados, presencia en más de 150 países y una facturación anual de 89.000 millones de euros es una tarea como mínimo ambiciosa. Pero Volkswagen, el mayor fabricante europeo de automóviles, lo considera necesario.
Klaus Lisen, del Consejo de Vigilancia de VW, informa sobre la corrupción en la compañía.
Para detener la corrupción en el seno de la compañía, VW anunció el pasado lunes el nombramiento de dos abogados independientes que velarán por «desenmascarar las conductas egoístas que perjudican al resto del personal», señaló el presidente del grupo, Bernd Pischetsrieder. El tándem Rohrbach-Buchert ha prometido trabajar con sigilo y discreción para proteger a los informantes y castigar a los delincuentes.
Los cimientos de la compañía con sede en Wolfsburgo temblaron el pasado verano a causa de una sucesión de escándalos que implicaron a la cúpula directiva. Incluso el mismísimo consejo de vigilancia quedó en entredicho. ¿Estaba comprado para no reparar en las andanzas de reconocidos responsables de la firma?
Día tras día, los medios de comunicación alemanes ventilaron delitos de soborno, estafa, jugosas comisiones bajo manga y viajes de placer a Copacabana sólo unos meses después de ser lanzado un plan financiero que congeló el salario de 103.000 empleados.
A la pérdida de credibilidad de una de las banderas industriales alemanas hubo que sumar la factura de los platos rotos en nombre de VW por los directivos. En total, más de cinco millones de euros.
Tres de ellos, por ejemplo, fueron a parar a India, donde el jefe de personal de Skoda, Helmut Schuster, cobró por anticipado comisiones por instalar una fábrica de la marca.
El primero de los sabuesos, Rainer Buchert, es un experto en la lucha contra el crimen. Durante 21 años ha ocupado cargos de responsabilidad en la Bundeskriminalamt (Oficina Federal de la Policía Criminal); dirigido la persecución de ladrones de guante blanco en Sajonia y vigilado la integridad del personal en Deutsche Bahn, la empresa de ferrocarril alemana.
Skoda, Helmut Schuster, cobró por anticipado comisiones por instalar una fábrica de la marca.
«Cualquier información remitida estará de parte de los empleados honestos, que forman el 99% de la plantilla», ha señalado. Su compañero, Thomas Rohrbach, ha sido presentado por VW como un abogado especialista en fiscalidad y asuntos laborales y profundo conocedor de la estructura de la compañía.
Aún así, más que en la experiencia del tándem, el sistema se basa en la apertura de canales para la delación. Las sospechas podrán ser comunicadas por empleados, socios o clientes a los dos abogados a través de teléfono, fax o correo electrónico y en cualquier idioma, desde alemán a chino, pasando por español.
Los dos sabuesos, protegidos por el secreto profesional, intermediarán entre los delatores y un equipo de abogados y detectives de VW que, una vez sobre aviso, «investigará cada pista y actuará de inmediato cuando sea apropiado».
El fenómeno Bernhard
Porsche, el fabricante de coches deportivos, y el estado federado de Baja Sajonia, los principales accionistas de Volkswagen, con el 18,5% y el 18,2% de los títulos, respectivamente, desean que Wolfgang Bernhard tenga un papel más preponderante en el grupo automovilístico alemán.
El objetivo es que Bernhard acabe cuanto antes el proceso de reestructuración del consorcio, que inició el 'patrón' Bernd Pischetsrieder, y que él heredó cuando asumió sus funciones en febrero de 2005.
Bernhard fue -junto con Dieter Zetsche, presidente de DaimlerChrysler- uno de los artífices del reflotamiento de Chrysler. Entonces fue designado para suceder a Jürgen Hubbert al frente del Mercedes Car Group, pero fue cesado tres días antes de asumir el cargo.
http://colt.cache.el-mundo.net/elmundomotor/imagenes/2006/01/26/1138260717_extras_ladillos_1_0.jpg
Klaus Lisen, del Consejo de Vigilancia de VW, informa sobre la corrupción en la compañía.
«Rohrbach y Buchert. Cualquier persona preocupada por temas de corrupción puede llamarnos en cualquier momento». Buscar estafas en una multinacional con 342.000 empleados, presencia en más de 150 países y una facturación anual de 89.000 millones de euros es una tarea como mínimo ambiciosa. Pero Volkswagen, el mayor fabricante europeo de automóviles, lo considera necesario.
Klaus Lisen, del Consejo de Vigilancia de VW, informa sobre la corrupción en la compañía.
Para detener la corrupción en el seno de la compañía, VW anunció el pasado lunes el nombramiento de dos abogados independientes que velarán por «desenmascarar las conductas egoístas que perjudican al resto del personal», señaló el presidente del grupo, Bernd Pischetsrieder. El tándem Rohrbach-Buchert ha prometido trabajar con sigilo y discreción para proteger a los informantes y castigar a los delincuentes.
Los cimientos de la compañía con sede en Wolfsburgo temblaron el pasado verano a causa de una sucesión de escándalos que implicaron a la cúpula directiva. Incluso el mismísimo consejo de vigilancia quedó en entredicho. ¿Estaba comprado para no reparar en las andanzas de reconocidos responsables de la firma?
Día tras día, los medios de comunicación alemanes ventilaron delitos de soborno, estafa, jugosas comisiones bajo manga y viajes de placer a Copacabana sólo unos meses después de ser lanzado un plan financiero que congeló el salario de 103.000 empleados.
A la pérdida de credibilidad de una de las banderas industriales alemanas hubo que sumar la factura de los platos rotos en nombre de VW por los directivos. En total, más de cinco millones de euros.
Tres de ellos, por ejemplo, fueron a parar a India, donde el jefe de personal de Skoda, Helmut Schuster, cobró por anticipado comisiones por instalar una fábrica de la marca.
El primero de los sabuesos, Rainer Buchert, es un experto en la lucha contra el crimen. Durante 21 años ha ocupado cargos de responsabilidad en la Bundeskriminalamt (Oficina Federal de la Policía Criminal); dirigido la persecución de ladrones de guante blanco en Sajonia y vigilado la integridad del personal en Deutsche Bahn, la empresa de ferrocarril alemana.
Skoda, Helmut Schuster, cobró por anticipado comisiones por instalar una fábrica de la marca.
«Cualquier información remitida estará de parte de los empleados honestos, que forman el 99% de la plantilla», ha señalado. Su compañero, Thomas Rohrbach, ha sido presentado por VW como un abogado especialista en fiscalidad y asuntos laborales y profundo conocedor de la estructura de la compañía.
Aún así, más que en la experiencia del tándem, el sistema se basa en la apertura de canales para la delación. Las sospechas podrán ser comunicadas por empleados, socios o clientes a los dos abogados a través de teléfono, fax o correo electrónico y en cualquier idioma, desde alemán a chino, pasando por español.
Los dos sabuesos, protegidos por el secreto profesional, intermediarán entre los delatores y un equipo de abogados y detectives de VW que, una vez sobre aviso, «investigará cada pista y actuará de inmediato cuando sea apropiado».
El fenómeno Bernhard
Porsche, el fabricante de coches deportivos, y el estado federado de Baja Sajonia, los principales accionistas de Volkswagen, con el 18,5% y el 18,2% de los títulos, respectivamente, desean que Wolfgang Bernhard tenga un papel más preponderante en el grupo automovilístico alemán.
El objetivo es que Bernhard acabe cuanto antes el proceso de reestructuración del consorcio, que inició el 'patrón' Bernd Pischetsrieder, y que él heredó cuando asumió sus funciones en febrero de 2005.
Bernhard fue -junto con Dieter Zetsche, presidente de DaimlerChrysler- uno de los artífices del reflotamiento de Chrysler. Entonces fue designado para suceder a Jürgen Hubbert al frente del Mercedes Car Group, pero fue cesado tres días antes de asumir el cargo.
http://colt.cache.el-mundo.net/elmundomotor/imagenes/2006/01/26/1138260717_extras_ladillos_1_0.jpg
Klaus Lisen, del Consejo de Vigilancia de VW, informa sobre la corrupción en la compañía.