A LA CABEZA

Las matriculaciones de turismos crecieron un 10% el mes pasado en la Unión Europea gracias a la fuerte demanda germana, responsable de la compra de uno de cada cuatro vehículos.

Tras un largo periodo de convalecencia, la economía alemana da muestras de querer ponerse en pie y el mercado europeo del automóvil lo nota. La espectacular remontada del mercado italiano ha impulsado un 10,1% las matriculaciones de vehículos en la UE.

Hasta mayo, la industria del automóvil vendió 6,35 millones de vehículos -un 2,6% más- en la Europa de los Quince. Una cifra que se eleva a 6,8 millones de unidades si se tienen en cuenta las matriculaciones de los nuevos miembros orientales de la UE. No sin ciertas reservas, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea) calificó estos datos como un «revulsivo».

Bernd Pischetsrieder, presidente del Grupo Volkswagen.


Claro que las conclusiones varían en función de las marcas. Con unas matriculaciones de turismos cercanas a los 15 millones de unidades, un crecimiento plano en los últimos años y una creciente competencia a raíz de la entrada de marcas asiáticas, puede decirse que las ventas de coches en la UE son habas contadas.

Por esa razón, los fabricantes más asentados en Alemania e Italia están tratando de aprovechar al máximo el viento a favor. Así, mientras prepara el terreno para garantizar su futuro con un gran pacto laboral que reduzca su plantilla en Alemania, Volkswagen, el mayor fabricante europeo de vehículos, mantiene un ritmo imparable en el Viejo Continente.

Tres años después de declararse en crisis, prácticamente uno de cada cinco vehículos matriculados en Europa occidental procede de las fábricas del grupo propietario de marcas como la propia Volkswagen, Skoda, Seat o Audi.

La cuota de mercado del grupo alemán en Europa se sitúa casi en el 20% con todas sus marcas, excepto Bentley y Lamborghini, mejorando los resultados del año pasado. Seat, que sufrió un duro ajuste de plantilla a finales de 2005 y que cuenta con un nuevo horizonte comercial de la mano de Giuseppe Tartaglione, acumula más de 150.000 matriculaciones y supera en un 6% la evolución del año pasado.

Con todo, el dato más espectacular lo registra la italiana Fiat, que, tras poner en orden las finanzas de una división automovilística al borde del abismo, ha dado con modelos como el Stilo y el Grande Punto que han apuntalado la vuelta de la compañía a la lid.

El pasado mes de mayo, las matriculaciones del grupo italiano se dispararon un 57%, con la marca Fiat brillando con luz propia y Lancia y Alfa Romeo en sintonía. Hasta mayo, el grupo presidido por Luca Cordero de Montezémolo ha aumentado un 23% sus ventas y ha recuperado una cuota de mercado que muchos daban por perdida en favor de los nuevos competidores asiáticos.

Francia ha pasado a ser el cuarto mayor mercado europeo del automóvil y sus buques insignia, el grupo PSA y Renault se resienten

Frenazo en Francia

Mientras, los constructores franceses parecen sufrir las consecuencias de liderar un mercado que no acaba de levantar cabeza. De ocupar la segunda plaza, Francia ha pasado a ser el cuarto mayor mercado europeo del automóvil y sus buques insignia, el grupo PSA y Renault se resienten. Ambas compañías han tomado medidas drásticas para hacer frente a esta situación, con reestructuraciones que han afectado a sus plantas dentro y fuera del país aunque, sólo en Francia, el sector ha eliminado 8.400 empleos en los últimos 12 meses.

Renault, por ejemplo, ha pasado de disputar a Volkswagen el trono como la marca europea más vendida a verse superada por la alemana Opel. La caída de ventas de la marca del rombo obedece en cierto modo a las nuevas líneas maestras de su presidente Carlos Ghosn, más volcado en la rentabilidad que en la cuota de mercado.

Mientras, Toyota, aspirante a mayor fabricante de automóviles del mundo, prosigue con fuertes avances, apoyado esta vez en su división de lujo Lexus que con una renovada gama de modelos ha duplicado sus matriculaciones. El fabricante japonés ya tiene a tiro a DaimlerChrysler, que aunque cuenta con una renovada Mercedes, tiene que realizar un severo ajuste en su filial Smart.