El Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo ha condenado a 39 años de prisión a Nino José Rodríguez Novoa por 17 delitos de lesiones y uno de conducción temeraria al atropellar en noviembre de 2002 a 34 personas en la calle Mon, una arteria peatonal situada en el casco histórico de la capital asturiana.

El fallo de la sentencia ha sido leído en una audiencia pública en la que estuvo presente el acusado, que cumplirá una pena máxima de siete años y medio de prisión, el triple de la pena más alta correspondiente al delito más grave por el que se le condena.

El encausado, que se veráprivado además durante ocho años del carné de conducir, deberá indemnizar también con 25.640 euros a Carlos Álvarez Blanco, el único de los 34 heridos que no alcanzó un acuerdo económico con la aseguradora del vehículo que lo arrolló.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 9 de noviembre de 2002 en la calle Mon de Oviedo, una de las vías peatonales del casco histórico de la ciudad que se encontraba repleta de gente que entraba y salía de los numerosos bares ubicados en la zona.

La sentencia considera probado que Nino José Rodríguez Novoa, en prisión provisional y sin fianza desde que se celebró la vista oral al apreciar el juez riesgo de fuga dado que cuenta con doble nacionalidad (española y venezolana), se había visto envuelto en dos altercados a lo largo de la noche del miércoles.

El tribunal señala también que el condenado volvió a su vehículo profiriendo gritos como "Puta Oviedo" y "Os voy a matar a todos" y, una vez a bordo del Chrysler PT Cruiser en compañía de otras tres personas, accedió a las calles peatonales del centro histórico de la ciudad, a pesar de que "nada le impedía" dirigirse hacia la salida de Oviedo en dirección a Gijón, ciudad donde residía.

El fallo judicial considera además que el vehículo circulaba a una velocidad de 50 kilómetros por hora, "estrepitosamente elevada" para una zona peatonal y atestada de personas y sin hacer en ningún momento "señales acústicas o luminosas" para advertir su presencia.

La sentencia destaca la intencionalidad
"El acusado atropelló a estas personas porque su intención era precisamente esa, atropellar y lesionar a los peatones por estas calles", advierte la sentencia que aplica el atenuante de embriaguez al condenado tras haber consumido "dos tequilas y cinco combinados de ron".

Antes de salir de Oviedo, el coche pasó entre dos filas de vehículos que esperaban en un semáforo en una calle de dos carriles y causó daños en un taxi, que inició después una persecución hasta las proximidades de la localidad de Tremañes, ya en Gijón, donde una de sus acompañantes bajó del coche "al encontrarse indispuesta".

A su entrada a Gijón, Nino José Rodríguez Novoa fue detenido por una patrulla de la Policía Local, alertada desde Oviedo, que apreció en el condenado "síntomas claros y evidentes de etilismo" antes de someterle a dos controles de alcoholemia que dieron como resultado 0,61 y 0,59 gramos de alcohol por litro de sangre.

La defensa de Nino José Rodríguez Novoa pidió su absoluciónpor considerar que intentó huir de la zona "presa del pánico" de un grupo de personas que le perseguían para agredirle tras enfrentarse con ellos en un bar después de que unos conocidos le recibieran en el interior del local entonando el himno del Sporting de Gijón.

La sentencia plantea además que se incoen diligencias correspondientes por delito de falso testimonio durante la vista oral contra los tres acompañantes del condenado, que prestaron declaración durante el juicio.

FUENTE: www.elmundo.es

Bueeeeno, parece que no todo el mundo se va de rositas después de cagarla soberanamente...