Esta mañana a las 7 estaba ya en la puerta del taller. He hablado con el asesor de servicio (otra vez más). Mi mosqueo era muy visible, y del mosqueo estaba alterado. El jefe de taller se ha montado conmigo y ha oído el ruidito de las narices. A las ocho ya estaba la pieza apretada.
Ayer con el sofoco no mencioné que el trato personal sí que ha sido bastante correcto y cercano.
Al final me quedo contento de tener mi coche en condiciones de nuevo. Sólo con que se hubieran dado una vuelta con el coche ayer hubieran comprobado que algo fallaba y nos hubiéramos ahorrado un disgusto y una opinión negativa. Porque, a pesar de haberlo arreglado, no es muy normal dejar una piececita mal ajustada, creo yo.
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