Tecnología Audi para las décimas decisivas en pendientes

Pruebas individuales de material en condiciones idóneas

Bruno Kernen, impresionado por la alta tecnología de las instalaciones


Fue una sesión de entrenamiento exclusiva, incluso para el veterano Bruno Kernen: el campeón del mundo del descenso cambió por un día las pendientes por el túnel de viento de Audi en Ingolstadt para sacar el máximo partido, en centésimas de segundo, de sí mismo y de su material, en condiciones de tecnología punta.

Los resultados para Kernen y su compañero en la prueba Mirco Auer fueron totalmente positivos: "Es una oportunidad ideal para centrarse en los mínimos detalles relacionados con el material, lejos del bullicio de las carreras", explicó el suizo de 32 años.

Kernen y Auer cumplieron de un tirón el extenso programa de una jornada bajo la dirección de Karl Freshner, consultor y jefe de proyecto de Swiss Ski. El equipo estaba especialmente impresionado por la profesionalidad y sobre todo por el bajo nivel de ruidos en su primera visita a Ingolstadt.

Algo que no es una sorpresa, ya que el túnel de viento es considerado como la máquina de viento más rápida y al mismo tiempo más silenciosa del mundo. La turbina de 2,6 megavatios genera velocidades del viento de hasta 300 km/h, pero no deja de ser increíblemente discreta durante el proceso: a 160 km/h, el volumen es de sólo 60 decibelios, poco más que el repiqueteo de un teclado.

En realidad, los ases del esquí suizo no son los únicos deportistas de élite que se han beneficiado de la tecnología que encierra el túnel de viento de Audi. Los componentes del equipo alemán de esquí alpino, el combinado nórdico que compite con el campeón mundial Ronny Ackermann o el astro de la natación Ian Thorpe también se han entrenado y probado nuevos equipamientos en estas instalaciones de última generación.