Un sueño imposible

[Xingular]

Es muy rápido y sorprendentemente ahorrativo. El EcoRacer es fascinante pero, por desgracia, nunca se producirá en serie.

A mí, el nombre de EcoRacer me suena raro, como contradictorio, algo paradójico diría yo. Igual que Porsche diésel, que tampoco pega para nada. EcoRacer suena a deportivo y a hucha a la vez, o como si me dijeran “coge la curva a fondo, pero no gastes mucho combustible”. No, gracias.

Pero ambas cosas son igual de atractivas, aunque tienen sus diferencias. El Porsche diésel es un asunto muy antiguo, porque así se llamaba aquel pequeño tractor que construyó el fabricante de coches alemán en los años cincuenta y sesenta.

Era todo lo contrario al fascinante prototipo que ha creado Volkswagen, el EcoRacer con motor diésel. Pero no va a haber más que este. Se ha creado sin escatimar gastos y fue la nota de color en el Motorshow de Tokio de este año. Pero también llamó la atención por su mecánica. VW quería demostrar que un auténtico deportivo puede ahorrar con un motor de gran berlina.

Y es verdad. Es una buena idea, pero vuelve a ser sólo un coche para ponernos los dientes largos, ya que nunca se va a fabricar en serie. Como tantos otros prototipos de VW, que nunca han visto la luz del día.
Por favor, señores de VW, dejen de hacer que se nos caiga tanto la baba y coloquen a uno de sus bólidos en la cadena de montaje de una vez. No le vendría nada mal a su imagen de ambiciosos. Y no tiene necesariamente que ser un aparato de alta tecnología como este.

Para los 136 CV, los 850 kilos del Roadster son un juego de niños

Con el EcoRacer, VW ha replicado el concepto de la Fórmula 1. No son dos personas sentadas en un monocasco, sino en un Polycoque (estructura de seguridad con forma de bañera) de fibra de carbono (plástico reforzado con carbono; un material sumamente estable y muy ligero). Por las medidas exteriores, se podría tratar de un Ferrari de juguete. Solamente mide 3,77 metros de largo y 1,21 metros de alto. Es tan bajo que podrías tropezar con él.
De la propulsión del Eco se encarga un motor central. 136 CV diésel tienen la labor de acelerar 850 kilos. VW habla de un consumo milagroso de tan sólo 3,4 litros cada 100 kilómetros con un nivel de emisiones muy ecológico. Sus valores son tan buenos que cumplen las duras normativas de la Euro 5.

Basta ya de teoría. Me han dejado conducirlo en el sur de Francia. Era amarillo. En seguida me di cuenta de que no es un único tipo de coche. El EcoRacer de VW es un Coupé, un Roadster y un Speedster en uno, según como coloques el techo y el marco del parabrisas. Se puede desmontar tanto el llamado techo en T (tipo Targa) como el alerón trasero que actúa como techo o sustituir el parabrisas por un deflector plano.

Primero elijo el Speedster. Sin parabrisas, sin techo, sin nada. Desnudo del todo, puro. Me espero una buena bofetada en forma de viento, pero no. Este se convierte en una suave brisa que choca con el deflector de plexiglás y acaba revoloteando por la raya de mi pelo.

Acelera de 0 a 100 en sólo 6,3 segundos gracias a su transmisión muy directa, que cambia las marchas rápido y sin perder impulso. Porque la propulsión trasera, la disposición del motor central con un ligero sobrepeso atrás y sus ruedas adherentes de 225 proporcionan la mejor tracción. Y porque el cuatro cilindros de 250 Nm ofrece un sorprendente empuje, pese a su pequeña cilindrada.


El material de la carrocería (pintado en el color amarillo Sputnik) y del chasis es noble. Le acompaña un potente motor diésel que convierte al VW en un auténtico sprinter y extremadamente ahorra


“Es bonito, muy rápido, pero lamentablemente solo un prototipo”.


Juegos con el viento: el VW “bajito” es muy aerodinámico, parecido a un Audi TT.


La visibilidad es casi nula por la luneta trasera.


Los espejos son como de minuatura.


El tirador de la puerta cede eléctricamente.


El tacómetro, el cuentarrevoluciones y el navegador muestran la información en un frío color azul.


La instrumentación central pivota con la columna de la dirección hacia arriba. Muy fino: los baquets de cuero con costuras blancas.


Las llantas de 17 pulgadas han sido forjadas especialmente para el EcoRacer.


El motor (de pruebas) es potente y ahorrativo.

El EcoRacer acelera sensacionalmente y sin problemas

El turbodiésel con inyección directa no sólo se diferencia por su pequeña cilindrada de los conocidos TDI de VW. En vez de apostar por la inyección por bomba, Volkswagen lo hace por un sistema Common Rail. Los ingenieros de VW auguran un gran futuro para este sistema por su inyección de alta presión en todos los cilindros por igual. Este dispositivo utiliza inyectores piezoeléctricos que son más baratos y permiten un control más preciso durante el proceso de inyección de combustible.
Eso se nota en el EcoRacer, ya que el carácter del motor es algo más suave y progresivo. Yo, al menos, creo sentir una mejor calidad de rodadura y un mayor carácter respecto a lo que conozco; por ejemplo, el de un Golf TDI. Al acelerar, las revoluciones suben de forma lineal. A tan sólo 2.000 vueltas, el diésel empuja con fuerza. Es una pena que el cuatro cilindros no inspire por su sonido. Justo detrás de mí, se oye algo que gruñe y respira con dificultad, nada que ver con el sonido ronco y excitante de un deportivo.

El chasis no acepta intransigencias

A pesar de todo, sí que se crea una sensación deportiva, ya que el EcoRacer se funde maravillosamente con el asfalto. Cada bache, cada error en la superficie de la calzada se transmite perfectamente a los baquets, todo vibra... Realmente no hay nada demasiado suave en este coche.

Demasiado duro, dicen unos. Yo lo llamo placer de conducir sin compromisos. Igual que la dirección, que proviene del Golf y se ayuda de un motor eléctrico para ofrecer una relación ultradirecta. Si giro el pequeño volante de cuero sólo una cuarta parte, rápidamente cambio de carril. No se puede ser más ágil.

¿Sólo es un sueño? Lamentablemente, sí. A lo mejor deberíamos gritar más alto para que los directivos de Volkswagen despierten de una vez por todas de su letargo de seguridad y dejen de utilizar los rotuladores rojos que anulan proyectos.

Fabricar, fabricar y fabricar. Con un EcoRacer podría volver a sonar algo de música en los despachos de los de Wolfsburgo. Además, seguro que cuando lo condujeran aparecería una enorme sonrisa en sus rostros.

Datos técnicos

R4 Common Rail turbodiésel • dos válvulas por cilindro • un árbol de levas superior • cilindrada 1.484 cm3 • potencia 100 kW (136 CV) a 4.000/min • par máx. 250 Nm a 1.900/min • propulsión trasera • seis velocidades con doble embrague • suspensión independiente delantera y trasera • capacidad maletero 378 l • depósito 65 l • largo/ancho/alto 3.770/1.740/1.210 mm • peso en vacío 850 kg • velocidad punta 230 km/h • de 0 a 100 km/h en 6,3 seg • consumo 3,4 l D /100 km

[berto]

muy detallado, aunque no parece tan distante de una futura producción, muchos conceptos de vw acaban en la serie