Originalmente publicado por
jfuent
Como veo que la gente se anda por los cerros de Úbeda en vez de aportar experiencias objetivas, ahí va la mía. Anticipo que no he utilizado ningún sistema de medida externo nunca, ni antes, ni ahora. Luego la variación, si existe, se neutraliza porque el sistema de medida se mantiene. Suelo hacer un viaje semanal de 146 km por autovía. Antes de la reforma de velocidad, ponía el control de velocidad a 127 km/h, que, según el GPS, son 120 km/h reales; el coche, dependiendo del viento, frío, calor y otras circunstancias, solía hacer una media de consumo entre 5,4 (la más baja que he visto nunca) y 5,8 l/100 km, según el ordenador del coche. Ayer hice por primera vez la ruta con la nueva velocidad. Puse el limitador a 116, que el GPS mide como 110 km/h reales, y la media de consumo fue de 4,9 l/100 km, es decir, medio litro menos que la mejor medida que nunca hubiese tomado a 120 km/h reales. Es cierto que el día estaba soleado y no hacía viento, luego el consumo estaría bastante ajustado y podrá subir un poco en condiciones más adversas. De ahí que lo confronte con el mejor resultado antiguo. A falta de que posteriores controles confirmen estos datos, obtenemos con cálculos elementales que a la velocidad anterior yo hacía 1296,29 km con un depósito completo en condiciones óptimas, y a la velocidad actual 1428,57, es decir, una diferencia de 132,28 km más con el mismo depósito. ¿Es mucho, poco, despreciable... el ahorro? Que cada uno valore. Pero no metamos parámetros como tiempo, prisas, nervios que no son mensurables ni iguales para todos.
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