La transmisión de fuerza
De la transmisión de la fuerza a las ruedas delanteras se encarga el deportivo cambio de doble embrague Audi S tronic. Esta caja de cambios permite al conductor cambiar de marcha en fracciones de segundo sin necesidad de pisar el embrague y sin interrupción de la fuerza tractora. Si se desea, el cambio también puede funcionar de forma completamente automática. Si por el contrario el conductor prefiere cambiar las marchas manualmente, puede hacerlo con ayuda de las levas de cambio fijadas al volante. El pomo de la palanca de cambio ubicado en la consola central permite introducir la marcha atrás y la posición neutral. La posición de estacionamiento se activa de manera automática al accionar el freno de estacionamiento electromecánico.
Entre el motor y la caja de cambios está alojado el motor eléctrico de 27 CV (20 kW), que en función del modo de funcionamiento seleccionado se conecta automáticamente como dispositivo adicional o se encarga de la propulsión en exclusiva. La unidad de la batería —una combinación de acumuladores de iones de litio— está instalada en la trasera del vehículo. Esto permite distribuir el peso de forma equilibrada.
Tanto si es propulsado exclusivamente por el motor de combustión, como si se utiliza únicamente el motor eléctrico o se utilizan ambos motores en la función “boost”, el A1 Sportback concept presenta tracción delantera. El elevado par motor de un total de 390 Nm —el 1.4 TFSI rinde 240 Nm y el motor eléctrico otros 150 Nm adicionales— se transforma de forma efectiva en tracción cuando el vehículo acelera.
La fase de empuje, la llamada fase de recuperación, es uno de los instrumentos más importantes de los que se vale este concepto de vehículo en beneficio de la eficiencia: gracias a este sistema, la energía de frenada en las fases de deceleración vuelve a transformarse en energía eléctrica en lugar de disiparse inútilmente en forma de calor.
Básicamente el Audi A1 Sportback concept puede funcionar de forma autárquica, es decir, en un modo de funcionamiento combinado del motor de combustión y el motor eléctrico. Gracias a la gestión inteligente de los dos propulsores, así como a la recuperación y al sistema automático de arranque/parada, el consumo de combustible se reduce alrededor de un 30% en comparación con el funcionamiento exclusivo del motor de gasolina. A pesar de que los componentes del motor eléctrico acarrean un peso adicional de unos 40 kg, el prototipo consume en el modo de conducción combinado sólo 3,9 litros de combustible súper a los 100 km; las emisiones de CO2 ascienden, por término medio, tan sólo a 92 g/km.
Una alternativa especialmente interesante en beneficio del medioambiente y de nuestra cartera es en este vehículo el funcionamiento exclusivo con el motor eléctrico en trayectos cortos, dado que las prestaciones que se alcanzan e incluso la autonomía, de más de 50 kilómetros, no dejan nada que desear. Si el Audi A1 Sportback concept se alimenta exclusivamente a través de una toma de corriente, el resultado es aún más claro: incluso teniendo en cuenta el coste relativamente elevado de la electricidad en Alemania a nivel minorista, en comparación con el precio del combustible súper, podría alcanzarse un ahorro superior al 80%. No obstante, el mayor beneficio es para el medio ambiente gracias al nivel de emisión cero, especialmente en aglomeraciones urbanas.
El tren de rodaje
La estudiada construcción del tren de rodaje, compuesto por un eje delantero McPherson y una suspensión trasera independiente de cuatro brazos, constituye el pilar básico para obtener una seguridad de conducción y una dinámica de marcha extraordinarias. Las grandes ruedas de 18 pulgadas con neumáticos en formato 225/35 R18 contribuyen a potenciar el disfrute de la conducción y la seguridad de marcha. El bloqueo transversal activo del eje delantero, de nuevo desarrollo y controlado por el ESP, se encarga de distribuir el par motor en función de la situación de marcha; de esta forma se incrementa la precisión de la dirección y se alcanza una elevada estabilidad direccional, así como una tracción y dinámica mejoradas en el trazado de curvas.
El tren de rodaje dinámico ha sido concebido para permitir un manejo ágil y deportivo, al tiempo que proporciona una alta estabilidad y permite disfrutar al máximo de la conducción en curvas. Otra característica que incrementa el atractivo de este tren de rodaje es el confort en marcha, propio de vehículos de categorías superiores.
El potencial del sistema de frenos, con discos de gran diámetro (312 mm en el eje delantero), se corresponde asimismo con la capacidad de rendimiento de los motores. El sistema de frenos procedente del deporte del motor promete una deceleración excelente, sin efecto fading.
Además, la dirección electromecánica con servoasistencia dependiente de la velocidad proporciona un manejo óptimo. Mediante este sistema se obtiene una respuesta óptima de la dirección con una escasa sensibilidad ante las irregularidades del firme y, asimismo, se reduce ostensiblemente el consumo.
Las especiales características del eje de cuatro brazos se basan en la separación funcional del apoyo de la fuerza longitudinal y de la fuerza lateral. Esta separación permite, por una parte, una alta rigidez transversal, lo que redunda en una dinámica y seguridad de conducción óptimas; por otra parte posibilita una considerable flexibilidad longitudinal que mejora el confort de rodadura.
En lo que respecta a los amortiguadores, se aplica una tecnología innovadora, Audi magnetic ride, que ya convenció por su eficacia en el deportivo de alto rendimiento Audi R8 y en el TT. En lugar del habitual aceite para amortiguadores se utiliza aquí un fluido magnetoreológico, un líquido cuyas propiedades pueden ser influenciadas mediante un campo electromagnético. Gracias a este efecto se puede modificar en cualquier momento de manera electrónica la línea característica de los amortiguadores aplicando una tensión en los electroimanes.
El sistema Audi magnetic ride aprovecha esta característica para generar la fuerza amortiguadora adecuada en cada situación de conducción y optimizar así la comodidad y la dinámica de conducción. La situación de conducción viene determinada por un ordenador que realiza análisis sensoriales en cuestión de milisegundos. El conductor puede elegir entre dos programas de conducción, dependiendo de si desea conducir de forma realmente deportiva (con una tensión de flujo reducida del fluido magnetoreológico) o poniendo mayor énfasis en la comodidad de conducción.
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Fuente: VAGclub.com
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