Prueba: SEAT ALTEA XL 2.0 TDI 140 CV Stylance

[reinalagarto]

Frente a la última tendencia de los fabricantes de automóviles de ofertar monovolúmenes de alrededor de 4,5 metros de longitud y siete plazas, la firma española propone un Altea de mayor tamaño –de ahí el nombre de XL–, pero con una configuración de sólo cinco plazas.



PUESTO DE CONDUCCIÓN

La posición de conducción es muy cómoda. La postura no es excesivamente alta, lo que confirma que Seat quiere seguir apostado por una deportividad contenida con este modelo. Todos los mandos quedan al alcance del conductor y los firmes asientos resultan cómodos y presentan una buena sujeción.

CONFORT DE LA MARCHA

Es otro de los puntos fuertes del vehículo. El amplio habitáculo, la comodidad de los asientos, la gran luminosidad que presenta el vehículo y una lograda insonorización permiten que viajar con el Altea XL sea un completo placer.

HABITACULO

Esta configuración de cinco plazas resta puntuación al nuevo modelo, principalmente si se compara con rivales de la talla de los superventas Renault Scénic y Opel Zafira, además del recién llegado Citroën C4 Picasso, todos ellos con siete plazas. No obstante, si usted es de los que piensa que no necesita los siete asientos, el Altea XL es un coche completamente recomendable. Entre sus puntos fuertes sobresale la magnífica habitabilidad, principalmente en las plazas traseras. Incluso si los que viajan en los asientos traseros son adultos, estos gozarán de una gran altura libre al techo y, lo que es más importante, una distancia para las piernas espectacular.



EQUIPAMIENTO Y ACABADO

La terminación del Seat Altea XL logra una buena puntuación. La mayoría de los elementos presentan una buena calidad y unos ajustes adecuados. A todo ello se añade un amplio equipamiento que entre otros elementos de serie incluye climatizador, control de velocidad, mandos en el volante, cuatro elevalunas, encendido automático de luces, sensor de lluvia, radio-CD con lector de MP3, etcétera. La consecuencia de este gran equipamiento es un aumento en el precio, ya que el Altea XL cuesta algo más que muchos de sus rivales.

SEGURIDAD

Tanto en pasiva como en activa es sobresaliente. Presenta seis airbags, controles de tracción y estabilidad y un excelente bastidor. A todo ello se añade la buena puntuación obtenida en EuroNCAP, con cinco estrellas en protección a ocupantes, tres a peatones y cuatro a niños.

MALETERO

A todo ello se suma una segunda fila de asientos que se desplaza un total de 14 centímetros, para dotar a las plazas traseras de mayor espacio o de lo contrario aumentar la capacidad de un maletero, que ya de por sí es impresionante. Otra solución muy cómoda es un bandeja cubreequipajes retráctil que se recoge por completo con sólo una leve presión sobre la misma. No ocurre lo mismo a la hora de plegar los asientos traseros. Tras la operación el piso resultante no es completamente plano.

MECÁNICA

La mecánica de la versión probada –2.0 TDi– es la más adecuada. Pese a su aspereza, las buenas prestaciones y los reducidos consumos ponen la puntilla a este Altea XL, capaz de hacer sombra a rivales como el Toledo.

PRESTACIONES

La sobradamente probada mecánica 2.0 TDi de 140 caballos del Grupo Volkswagen presenta unas prestaciones sobresalientes. Este propulsor con el sistema bomba-inyector es algo áspero pero como contrapartida dota al Altea XL de una velocidad máxima y unas recuperaciones magníficas. Tan sólo la aceleración en los primeros 100 km/h es menos llamativa, algo que se comprende, por otra parte, si tenemos en cuenta que este vehículo mide cerca de 4,5 metros y pesa más de 1.500 kilos.

CONSUMO

Pese al gran formato que presenta el Altea XL el consumo es contenido, otro logro de la mecánica 2.0 TDi. Mientras que en otros modelos con este propulsor el gasto se sitúa en torno a los seis litros, en el Altea XL el consumo medio aumenta ligeramente hasta los siete litros cada 100 kilómetros, una cifra nada desproporcionada.

COMPORTAMIENTO

Su buen comportamiento es otra de las razones de compra de este monovolumen. Seat ha logrado tanto con el Altea como con el Altea XL que el conductor se sienta como si estuviera conduciendo un turismo tradicional. Con este modelo se puede realizar un paso por curva bastante rápido, enlaza virajes sin que se aprecie un gran movimiento de la carrocería y no realiza movimientos extraños tras cambiar de un firme en buen estado a otro irregular. Este buen comportamiento tiene su explicación en el chasis y el conjunto de la suspensiones, con un buen equilibrio entre dinamismo y confort.

CONCLUSION
La razón por la que Seat no ha podido desarrollar un monovolumen con siete asientos tiene su explicación en la plataforma utilizada. Este XL es el cuarto derivado de un proyecto que se inició con el Altea y continuó con el Toledo y el León. Todos ellos comparten la estructura y tienen una idéntica distancia entre ejes. Entonces, ¿cómo ha logrado Seat los 18 centímetros que separan al XL del Altea sin variar la batalla? La respuesta es sencilla: aumentando los voladizos, principalmente el trasero. No obstante, este afán por mantener la plataforma conlleva consecuencias. El Altea XL únicamente puede incorporar dos filas de asientos, al menos por el momento. De lo contrario, una hipotética tercera fila de asientos estaría situada detrás del eje trasero, un lugar poco recomendable por motivos de seguridad.

FUENTE: www.elmundo.es

[ruyner]

Por dentro igual que todos los seats, no se porque dicen que gano en puntuacion... pero bueno.

Me gusta mucho el altea XL mas que el altea convencional.

[refoiros]

Corta vida le queda al Toledo que conocemos ahora.